Tecnoestrés, mobbing y burnout: enemigos de tu salud en el trabajo
Por Érika Uribe
Las elevadas exigencias del mercado laboral, los altos niveles de
competitividad, la carga excesiva de trabajo, la irregular situación
económica y las relaciones profesionales adversas son la causa de enfermedades de orden psico-social. Todas ellas surgen como el nuevo fantasma que amenaza la salud de los ejecutivos y la productividad empresarial.
Sí, leíste bien. Se trata de nuevos padecimientos que bajo nombres tan peculiares como tecnoestrés, mobbing, burnout y karoshi
están transformando las relaciones laborales y la calidad de vida de
los dueños de negocios de todos los sectores, así como de sus
colaboradores. A pesar de ser males reales causados por el estrés laboral,
en México no hay un conocimiento generalizado al respecto ni
estadísticas específicas sobre el tema. Es más, dentro de las 161
enfermedades enlistadas en la Ley Federal del Trabajo, el estrés no
figura.
Además, es de las naciones donde más se trabaja al día (la media es
de 10 horas), aunque eso no se refleja en el bolsillo de los
trabajadores, advierte la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (OCDE). Quizá por ello, seis de cada 10 mexicanos
consideran que las exigencias laborales aumentaron el último año. De
acuerdo con el Workmonitor, estudio elaborado por Randstad –empresa especialista en recursos humanos– no lo ven compensado en su remuneración.
Al factor económico se suman otros elementos, como la inseguridad y
la alta rotación de personal. Esto da como resultado que, según la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tres de cada 10
empleados vivan con estrés.
En tanto que la situación en EE.UU. no es muy diferente. Una encuesta
nacional de opinión pública de la American Psychological Association
indica que para dos tercios de los estadounidenses el hablar de trabajo
tiene un impacto significativo sobre su nivel de estrés. Lo anterior se
traduce en un costo de unos US$300,000 millones al año. La cifra resulta
del ausentismo, disminución de la productividad, rotación de personal,
seguros directos y honorarios médicos y legales.
Aplica la receta
A continuación, te presentamos algunos de los padecimientos que
afectan cada vez a más personas y los remedios para mantenerte siempre
sano en cuerpo y mente.
Tecnoestrés
Se genera por los largos periodos que los ejecutivos dedican al uso
de dispositivos tecnológicos (computadora y teléfono) y al uso intensivo
que hacen de Internet. Ocasiona dificultad para concentrarse, fatiga,
aislamiento, ansiedad, dolor de cabeza, cuello y espalda, alteraciones
del sueño, gastritis, palpitaciones, mareos e hipertensión arterial.
Apego enfermizo a la tecnología
Afecta al 63% de los usuarios de Internet y los mayores de 40 años
son las principales víctimas. Para disminuir su impacto en la salud, los
psicólogos proponen adoptar técnicas de relaja-ción y aprender a ver la
tecnología como una herramienta de trabajo y no como un fin.
Síndrome de burnout
Se atribuye a la sobrecarga de trabajo, constantes cambios de turno o
de huso horario, excesivos niveles de responsabilidad y condiciones
laborales inadecuadas. Ocasiona dolor de cabeza, alteraciones
digestivas, trastornos del sueño, elevación de la presión arterial,
fatiga, palpitaciones, depresión, cansancio emocional, minusvalía,
apatía y ansiedad.
Tan sólo en Estados Unidos se relaciona con el 60% del ausentismo
laboral y genera gastos por US$57,000 millones anuales, según la
American Psycologycal
Para marcarle un alto, se recomienda enfrentar la situación y
corregir aspectos estresantes. Lo ideal es tomar terapia psicológica,
llevar una dieta sana, hacer ejercicio y hasta cambiar de actividad.
Mobbing
Consiste en el hostigamiento psicológico que dos o más personas
ejercen de manera sistemática –en un mínimo de seis meses y al menos una
vez a la semana– contra algún miembro de la organización. Puede darse
de superiores a subordinados, a la inversa o entre iguales. La víctima
recibe ataques que alteran su rendimiento laboral y le ocasionan estrés,
miedo, irritabilidad, apatía, frustración o pensamientos suicidas.
En México, entre el 8 y el 12% de los trabajadores admite haber
sufrido este tipo de agresión, indican estudios de la Universidad de
Guadalajara. Para remediarlo, hay que buscar el apoyo de una
organización, solicitar orientación psicológica y, si el caso lo
amerita, llevar el caso ante los juzgados.
Karoshi
De origen japonés, en español este nombre significa “muerte por
exceso de trabajo” y hace referencia al fallecimiento súbito de un
individuo –aparentemente sano– en su trabajo y a consecuencia de un
derrame cerebral o de un ataque al corazón. Esto se debe a jornadas
laborales excesivas y demasiada presión, que el organismo no es capaz de
soportar.
La presión arterial aumenta, las arterias se endurecen y cesa el
flujo sanguíneo al cerebro y/o corazón. Las personas más propensas
tienen entre 40 y 50 años, y más de la mitad son ejecutivos, empleados
de oficina y funcionarios públicos. Para evitarlo, se debe reenfocar la
cultura laboral y hacer énfasis en el cuidado de la salud y la calidad
de vida.
Más soluciones
Aunque falta mucho camino por recorrer, las organizaciones –sobre
todo, las de tamaño mediano y grande– comienzan a prestar atención a las
enfermedades psicosociales. En Finlandia, por ejemplo, se promueve no
sólo la salud física de los trabajadores, sino también la mental, dice
el informe Mental Health In The Workplace, de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT).
En tanto que en Alemania, las empresas tienen programas para reducir
estos trastornos. Por su parte, en el Reino Unido se han diseñado
políticas de salud mental para el lugar de trabajo. En el caso de
México, la legislación establece como obligación del patrón otorgar a su
personal condiciones de seguridad.
Dentro de ellas está la identificación y medición de riesgos,
capacitación y adiestramiento por instructores autorizados por la
Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Asimismo, brindar equipo de
protección personal y monitorear la salud de cada empleado, explica
Perla Edith Castillo Ramírez, especialista en Medicina del Trabajo.
La también directora operativa de Impulso Integral y Desarrollo,
firma especializada en salud e higiene en el trabajo, señala que el
asalariado tiene responsabilidades. Por ejemplo, debe usar equipo de
protección personal, apegarse a los tiempos de descanso y actualizarse
sobre el uso correcto de los equipos y medidas de seguridad.
Para Arturo Ruiz Velasco, psicoterapeuta y consultor en desarrollo
humano a cargo de la firma OM Capital Humano, si las organizaciones
dieran apoyo emocional a sus trabajadores y tuvieran un área específica
para soporte emocional, se evitarían muchos problemas de salud y
mejoraría la productividad.
“Lo más importante es gestionar una cultura de la prevención y lograr
una sinergia empresa-trabajador. Con ello, se evitarían costes
adicionales por baja productividad y, en algunos casos, la baja
laboral”, concluye el especialista.
Consejos básicos
Aunque el estrés laboral es un padecimiento hasta cierto punto inevitable, existen algunas estrategias para manejarlo.
Aprender a comunicar. Para ello, presta atención a lo que se te dice, evalúa tu entorno y emplea las palabras adecuadas.
Desarrollar empatía. En términos coloquiales, ponte en los zapatos de otros.
Negociar. Hazlo desde una óptica de dar-dar: yo doy, tú das y los dos ganamos.
Decir no. Pon en una balanza tus prioridades, capacidades y expectativas. Nunca actúes sólo por complacer a los demás.
Tomarte un tiempo para ti. Haz ejercicios en tu
lugar de trabajo o tómate algunos minutos para despejarte, respirar y
meditar. A veces, 15 o 20 minutos son la mejor salida para liberar
adrenalina.
Para mantenerte siempre sano
Da su justo valor al trabajo
Define prioridades
Limita tu actividad laboral al centro de trabajo
Aprende a fijar límites
Organiza tu tiempo
Realiza una actividad física de forma constante
Sigue una dieta equilibrada
Descansa
Si es necesario, busca asesoría de un terapeuta